lunes, julio 25, 2011

Recalculando

Hace unos pocos días gente amiga me invitó a charlar un poco sobre la coyuntura macro con especial énfasis en la dinámica de cambiaria que atraviesa el país. Voy a intentar bajar en este “post” las ideas centrales de la presentación.

Fundamentalmente, la preocupación que motivó el encuentro fue que la inflación doméstica (claramente superior a la internacional) en un contexto de “estabilidad” del tipo de cambio nominal nos va haciendo caros en dólares. Este encarecimiento en el costo de los trabajadores argentinos resta competitividad al sector transable de la economía y eso puede generar estrangulamiento externo y/o problemas en el mercado de trabajo.

Respecto de este punto, en nuestra intervención planteamos que el modelo de “Tipo de Cambio Real, Competitivo y Estable” esta “roto”. Sean cuales fuesen las virtudes (y defectos) de ese modelo, hoy el funcionamiento macro-cambiario es diferente del que mostraba el país hasta que explotó la crisis internacional (es decir, mid 2007). Para sustentar nuestra visión, mencionamos varios puntos:

Primero, ya no podemos hablar de un maneja cambiario “estable”, con una tasa de devaluación que se aceleró en 2008-2009, para luego crecer sobre una tendencia más pronunciada que la observada en el período 2003-2007:
Segundo, como ya mostramos alguna vez acá, el TCR es cada vez menos “competitivo”. Claro, dada la política brasilera de hiper-apreciación, hoy comparando contra nuestro principal socio comercial mantenemos niveles de competitividad cambiaria similares a los de 2003-2004, aunque esta realidad puede cambiar de forma abrupta si Brasil cambia su manejo cambiario (por razones tanto internas como externas), tal como ocurrió durante el epicentro de la crisis de financiera internacional.
Tercero, y más importante a efectos del manejo cambiario, no parece posible administrar el TCN para forzar una depreciación real, es decir, el espacio para devaluaciones nominales “no inflacionarias”, si existe, es muy acotado. Tomemos como ejemplo la devaluación ocurrida entre agosto de 2008 e igual mes de 2009: la tasa de devaluación se aceleró en casi 30 puntos porcentuales en un año, alcanzando picos un máximo de 26,2% i.a. en agosto de 2009.
Sin embargo, aún en el marco recesivo que atravesaba la economía nacional (y mundial) el traslado nominal de la devaluación llevó menos de una año y medio. Así es. El intento de hacernos “más baratos” para poder competir internacionalmente generó una aceleración en la tasa de inflación que nos devolvió al punto de partida en “sólo” 16 meses:
De este modo, el modelo de TCRCyE ya no funciona. Toda la competitividad cambiaria descansa en la apreciación de Brasil. ¿Devaluar para recuperar terreno?. No way!. Generaría un nuevo ciclo de precios inflacionarias que rápidamente nos dejaría con el mismo nivel de competitividad pero con más inflación.

Nuestro objetivo en esa charla fue plantear que el “modelo” cambiario ha cambiado. Esto no implica necesariamente que una hiper crisis este cerca. Sino más bien destacamos la importancia de reconocer el cambio en el contexto y retomar las riendas de la gestión macroeconómica dejando el piloto automático para otra oportunidad.

Saludos,
Genérico

miércoles, julio 20, 2011

Relato del presente

Desde hace casi cinco años no sabemos cómo evolucionó la inflación, como variaron los precios relativos, no conocemos la canasta alimentaria ni la básica, ni qué pasó con la pobreza e indigencia, ni cuanta es ni donde está, ni quiénes son. No tenemos datos sobre los ingresos de los informales y cuentapropistas, no sabemos cuánto creció la economía en su conjunto ni sus partes, no sabemos si el mercado financiero crece o se achica, que pasa con la construcción, ni con el comercio minorista, ni con la industria. No sabemos si el país creció más o menos que Santa Fe porque no sabemos cuanto creció el país. No sabemos cuánto se invierte ni cuanto se consume ni cuanto se ahorra, no conocemos el reparto de ingreso entre capital y trabajo ni la distribución entre las personas, no podemos estimar tasas de ganancias, no sabemos cuál es la presión tributaria, no sabemos cuánto vario el gasto respecto al PBI ni cuál es el tamaño del déficit fiscal o su variación, ni el verdadero peso de la deuda externa y pública en el PBI. No podemos saber cuál fue el impacto de la Asignación Universal ni de la Moratoria Previsional ni de lo que queda del Plan Jefes y Jefas, ni de las otras varias políticas sociales. No sabemos cuál es el salario real, ni siquiera sabemos si sube o baja. No sabemos si hoy el trabajador promedio puede compra más o menos metros cuadrados de su vivienda o pagar más meses de alquiler. No tenemos datos confiables de empleo y desempleo, no sabemos qué pasó con el empleo en negro, con la subocupación, no conocemos la situación de precariedad en los jóvenes, no sabemos cómo se reparten pobres y desocupados por grupo etario o nivel educativo. No sabemos cuál es la tasa real de interés, ni el retorno real de una inversión. Nadie sabe, desde marzo, que está pasando con la plata en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES. No sabemos qué pasa con el tipo de cambio real y con nuestra competitividad agregada y mucho menos con la competitividad por sector, ni siquiera sabemos el coeficiente de apertura de nuestra economía.

Sólo nos queda un relato…y esperar.

miércoles, julio 13, 2011

ESC en Jungla Política

Va un pequeño chivo. Esta noche, a las 23:00 voy a estar en Canal 26 con Escriba y JP Varsky charlando, con menos traje y más barba que aquella vez con maxi, sobre las perspectivas económicas de Argentina y la agenda económica del próximo presidente. Según me comentaron, en entrevista compartida con Tavos y Adrian Ramos.

Acá estará online. Críticas constructivas y de las otras son más que bienvenidas por acá o @lucianocohan en twitter.

L

PD: recomiendo enfáticamente tener a mano la botonera!

PD 2: Acá está el video. Gracias @danimeiszer!

miércoles, julio 06, 2011

Inflación y crecimiento - desencantando serpientes - 2da Parte


En la primera parte de esta serie, desmenuzábamos 22 casos de países que lograron combinar periodos largos de crecimiento con inflación baja. La conclusión de aquel, en contraste con lo que habría dicho el profesor Axel Kicillof, fue que en ninguno de los casos exitosos de crecimiento es posible encontrar un patrón inflacionario equivalente al que vive Argentina hoy.

Permítanme jugar un rato más con la evidencia histórica para darle una vuelta de tuerca adicional. ¿Qué pasó en aquellos países que si tuvieron inflación similar a la Argentina?

Si tomamos una inflación de 23% para el 2011, Argentina habrá tenido 9 de sus últimos 10 años con inflación de dos dígitos, y los últimos cinco con inflación promedio de 21% con un registro mínimo de 15% en 2009. La fuente es IPC-GBA hasta 2006 y la inflación provincial que estima CqP desde entonces, donde obtenemos, entre 2002 y 2010 26%, 13%, 4%, 10%, 11%, 19%, 27%, 15% y 23%.

Con esto en mente, voy a llamar “proceso similar al argentino” a aquellos países que hayan tenido al menos un periodo de 5 años con inflación promedio de 20% y un registro mínimo de 15%. Como antes, para achicar la muestra, voy a limitarme tan solo a aquellos de más de 5 millones de habitantes, lo cual deja afuera a unos 70 países, varios de ellos microestados.

En la siguiente presentación podrán ver los casos individuales. Haré abajo un breve resumen que permite acompañar los gráficos aunque. Obviamente, las experiencias son variadas y se requiere un análisis más detallado, pero excede por mucho los objetivos de este post.

Procesos inflacionarios en los últimos 60 años de historia mundial

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En total existieron 38 países con inflación similar o superior a la nuestra, de un total de 96 países de más de 5 millones de habitantes. Es decir, los otros 58 países nunca tuvieron una inflación como la nuestra.

De estos 38 países, sólo Israel puede ser considerado desarrollado, con un PBI per cápita en 2009 de U$D 25.600 PPP. Del resto 8 tienen un PBI entre U$D 16.500 y U$D 10.000, entre ellos Argentina, 11 entre U$D 9.999 y U$D 5.000 y 18 de menos de U$D 5.000. Es decir, que los procesos de inflación como el argentino están concentrados en países de ingresos bajos, con algunos casos aislados en países de ingresos medios.

Africa Subsahariana

12 de los 38 países son de África Subsahariana, 11 de ellos con un PBI per cápita menor a U$D 2.200 y promedio U$D 1.125 más Angola con U$D 4.800*. Es decir, casi 1 de cada 3 procesos inflacionarios similares a las Argentina coincide con experiencias de subdesarrollo, pobreza extrema, Estados recientes, débiles o fallidos y fuerte inestabilidad política e institucional, como la guerra civil en Angola (1975-2002), Sudan (1983-2005) o la guerra entre Tanzania y Uganda (1978-79). Puede agregarse a este grupo Yemen, con un PBI de U$D 2.400 y siempre al borde de la guerra civil.

Ex URSS

Después tenemos 10 países del Este Europeo cuyas experiencias inflacionarias estuvieron asociadas a la caída de la Unión Soviética a fines de los ochenta y la restructuración de la década siguiente**. Igual que en los casos anteriores la inflación acompañó procesos de profunda inestabilidad política y económica. A diferencia de los anteriores son países de ingreso medio, desde U$D 5.000 en Georgia a U$D 16.300 en Polonia y U$D 10.500 promedio. De los 10 casos, 5 experimentaron hiperinflaciones (inflación de cuatro dígitos) y todos tuvieron al menos un año de inflación de tres dígitos.

Debe estar claro en este punto que la experiencia local tiene muy poco que ver con las 24 anteriores. No es el argentino actual un caso de subdesarrollo extremo, ni de estado fallido o débil, ni de guerra civil o de crisis económico-político-institucional de la magnitud de los casos enumerados.

Asía

De los 15 casos que quedan, 3 fueron mencionados en el post anterior, Turquía e Israel, con crecimiento interrumpido cuando se aceleró la inflación, e Indonesia, que comenzó a crecer luego de frenar la hiperinflación.

Después tenemos a Irán, Teocracia del medio oriente con un PBI per cápita de U$D 10.600 y un patrón inflacionario muy interesante, que pueden ver en el siguiente gráfico. Irán tuvo un periodo de crecimiento de 8.7% durante casi dos décadas que se detuvo en 1974 (el mismo año que alcanza los dos dígitos de inflación) cuando comienza lo que debe ser el periodo de inflación moderada más largo registrado. A base de oro negro, tuvieron 36 años con inflación promedio de 19% y estancamiento en el crecimiento (18 años cayendo 3% por año y 18 creciendo 3.4%). De todos los casos mencionados hasta ahora, es el único en el cual la inflación no explotó ni convergió a un dígito.

Latinoamérica

Finalmente llegamos a los casos más cercanos. Los 11 casos restantes de inflación de más de 20% durante 5 años con un mínimo de 15% se dieron en América Latina***, que incluye 6 de ingresos medios (promedio U$D 9.500) y 5 de ingresos bajos (U$D 3.500). De los 11 países de América Latina, 5 experimentaron hiperinflaciones (Argentina, Perú, Bolivia, Brasil y Nicaragua) y 2 experimentaron al menos un año de inflación de tres dígitos (México y Paraguay). De los que quedan, 2 todavía luchan con la inflación, Venezuela y la golpeadísima Haiti.

Tan sólo 2 lograron atravesar exitosamente el proceso de inflación sin superar la barrera de los tres dígitos: Colombia y Ecuador.


Conclusión

El post es largo y la data mucha, pero creo que permite, en combinación con el anterior, sacar algunas conclusiones:

• Ninguno de los procesos exitosos de crecimiento de la segunda mitad del siglo XX tuvo inflación similar a la que hoy vive Argentina.
• Son pocos los casos de países con experiencias inflacionarias como la que vive la Argentina y en la gran mayoría de los casos se asocia a países con Estados débiles, crisis políticas o institucionales graves o subdesarrollo extremo. En todos los casos la inflación es sinónimo de inestabilidad económica.
• La gran mayoría de las experiencias que mostraron niveles similares o superiores a los nuestros terminaron mal, con una inflación que alcanzó niveles muy superiores a los actuales antes de descender al dígito.
• Hay, sin embargo, casos de países (Colombia, Ecuador, Irán) que, habiendo vivido durante algunos años con inflación del orden del 25% lograron recuperar la estabilidad nominal sin pasar por una crisis. No son muchas, pero al menos dan la pauta que existe una salida no traumática.

Hasta aquí mis breves conclusiones. En un post posterior concluyo más in extenso.

¿Ustedes que más ven? La seguimos en los comments

Atte

Luciano

*Estos países son Angola, Sudán, Nigeri1, Zambia, Ghana, Tanzania, Uganda, Sierra Leona, Mozambique, Malawi, Congo y Zimbawe,
**Los países son Polonia, Rusia, Belarus, Kazakhstan, Bulgaria, Rumania, Azerbaijan, Serbia, Ukrania y Georgia.
***Los 12 paises latinoamericanos son Argentina, Bolivia, Brazil, Colombia, Ecuador, Haiti, Mexico, Nicaragua, Paraguay, Perú y Venezuela.

lunes, julio 04, 2011

Inflación y crecimiento - desencantando serpientes

La semana pasada tuvimos la oportunidad de oír la opinión del joven ministeriable, docente de la UBA y CFO de Aerolineas Argentinas, Axel Kicillof, en el marco de las tristemente devaluadas Jornadas Monetarias del Banco Central. Dentro de las perlitas de la exposición, una de las que generó más runrún estuvo vinculada a su justificación del proceso inflacionario que vive el país.


Justo es dar algo de changúi y pensar que tal vez los periodistas interpretaron mal y que Axel quiso decir exactamente lo opuesto a lo que dicen que dijo. Caso contrario, sorprende que haya sido capaz de hacer una afirmación tan absoluta y totalmente en contraste con la historia económica mundial del último siglo.

Valga la aclaración. La frase incluye un componente medio vago que la hace flexible. Si por “cercana a dos dígitos” Axel se refería a 7%/8% entonces este post pierde sentido y no puedo más que darle la razón y entender la frase como una profunda crítica a la coyuntura económica argentina. Asumiré, en cambio, que el “cerca de dos dígitos” hace referencia al proceso inflacionario actual, con tres de los últimos cuatro años con inflación del orden del 25%.

Hace un tiempo escribíamos en este blog esto y esto. aunque la actualidad del tema merece darle otra vuelta de tuerca. Voy directo al grano, porque el post es largo.

En la siguiente presentación podrán ver la evolución de inflación y crecimiento en las 22 mayores experiencias de alto crecimiento de los últimos 60 años. Los países fueron seleccionados a partir de ventanas de crecimiento de 20, 30, 50 y 60 años, eligiendo a aquellos países que encabezaban el ranking de crecimiento en cada periodo y excluyendo a países chicos para hacer la muestra más pequeña. La fuente utilizada es la Penn World Table para el PBI per cápita y FMI para inflación. Todos los gráficos incluyen una línea horizontal verde en 25% de inflación.

En violento contraste con la afirmación de Kicillof, verán que en ninguno de los casos es posible encontrar un patrón inflacionario equivalente al local. Repito, en ninguno de los casos el crecimiento fue acompañado de inflación cercana al 25%. Repito. Ninguno. None. Cero.

Desmenucemos un poco la cosa. Hay mucha data y posiblemente se vuelva tedioso en algún punto, pero la evidencia me resultó tan contundente que me daba cosita no mostrarla.

Milagros asiáticos

Empecemos por los casos más espectaculares de crecimiento de la segunda mitad del siglo XX: Los Tigres Asiaticos. Korea, Japon, Taiwan y Singapur . Su PBI per cápita se multiplicó por 15, 10, 23 y 10 respectivamente en los últimos 60 años, arrancando desde un piso equivalente al 25% del PBI argentino actual en 1950 hasta más del triple.

Los países tienen historias individuales distintas pero un patrón común, todas fueron experiencias de alto crecimiento con baja inflación. La inflación promedio durante la edad de oro de Japón hasta la crisis del petróleo (CDP) fue de 4.5%. Korea creció un 7.5.% por año durante 20 años desde la CDP con una inflación de 5.2% Singapur creció 30 años al 6.6% entre 1967 y 1997 con inflación promedio de 3.5% y de 1.9% si excluimos las dos CDP. Taiwan creció 40 años a 6.6% con inflación de 5.1%, y de 3.4% sin el shock de 1974.

Lejos, muy lejos de los dos dígitos de Axel.


Crecimientos acelerados en Asia menos milagrosos

Hay en Asia otro conjunto de países con largos periodos de alto crecimiento que, a diferencia de los anteriores, no lograron aún alcanzar el status de países desarrollados. En este grupo hay dos países de ingreso medio relativamente similares a los de Argentina: Tailandia con 7.800 U$D y Malasia con U$D 11.300 (vs U$D 12.000 en Argentina). Hay también tres de ingresos aun bajos, Sri Lanka (U$D 4.000), Indonesia (U$D 4000) y Marruecos (U$D 3.200) que, aunque no es asiático comparte la característica de alto crecimiento con PBI aún bajo.

Tailandia creció 4.5% durante 30 años desde los 50s, con una inflación promedio de 5.4% y de 3.3% excluyendo la CDP. Desde principios de los ochenta hasta la crisis asiática de fines de los noventa creció 6.1% anual, con una inflación de 4.1%. En Malasia el periodo de 40 años de crecimiento al 5.3% entre 1959 y 1997 fue con inflación de 3.2% promedio y 2.5% sin la CDP. Marruecos creció 6.2% por 20 años entre el 58 y el 77 con 4.4% de inflación.

Indonesia comienza su periodo de crecimiento luego de su segunda hiperinflación en 1966, con 30 años de crecimiento promedio de 5.4% y una inflación de 12% (10% sin la CDP). Sri Lanka tuvo 3.5% de crecimiento por 50 años y 9.1% de inflación (8.4% sin CDP). Aquí aparece por primera vez dos países “cerca de los dos dígitos” aunque bastante lejos del 25% caso local.

Si en este punto ya está convencido que la afirmación de Kicillof no tiene ningún sustento empírico sepa que seguimos. Recién vamos 9 de 22 paises.

Milagros Europeos

Sigamos con 7 casos de países Europeos que, si bien están cómodos entre los países desarrollados, eran países de ingreso medio durante la inmediata posguerra y pueden ser considerados casos exitosos de desarrollo reciente (aún cuando están 3 de los 4 PIGS). Estos son Portugal, España, Irlanda, Austria, Finlandia, Noruega e Italia, cuyo PBI per cápita en el primer lustro de los 50s era, respectivamente, U$D 2.900, U$D 4.400, U$D 6.100, U$D 6.800, U$D 6.800, U$D 10.000 y U$D 6.000. Estos países han visto multiplicarse su ingreso per cápita de un mínimo de 4.5 veces en Italia a 6.8 veces en Portugal en los últimos años

Portugal y España fueron dos países duramente golpeados por la CDP. Ambos países venían de un periodo de 25 años de alto crecimiento (6% promedio) y baja inflación (3.4% en Portugal y 6.2% en España) interrumpido en 1974. Desde entonces y durante una década vivieron un proceso inflacionario comparable con el argentino actual (23% en Portugal y 16% en España) que coincidió con el fin del crecimiento (0.9% y 0.5% respectivamente). Es decir que no sólo la inflación no acompaño el crecimiento sino que interrumpió los 25 años de crecimiento en ambos países. Tras volver a inflaciones de un dígito a mediados de los ochenta, volvieron a crecer aunque a una tasa más moderada (20 años a 3,0% y 2.6%).


En los otros cinco países (los invito a ver el powerpoint para los detalles) la inflación promedio de los últimos sesenta años, excluyendo la CDP fue de 4.1% en Austria, 4.5% en Noruega, 4.8% en Irlanda, 5.1% en Italia y 4.7% en Finlandia.

Los gigantes asiáticos de crecimiento reciente.

Dejo al lector, para ahorrar espacio, el análisis de los casos de India y China que, como verán y como posiblemente resulte evidente a esta altura del partido, agrega evidencia en contra a los dicho por Kicillof. Como en el caso de Chile (el país de mayor crecimiento en América Latina en los últimos 30 años), la aceleración del crecimiento coincide con la caída de los niveles de inflación.


Crecimiento con inflación, pero….

Nobleza obliga, existen en la historia del siglo XX tres países que mostraron periodos prolongados de crecimiento con inflación moderada comparable con la de Argentina: Israel, Brasil y Turquía. Tienen en la presentación dos gráficos por cada uno de estos países.

Brasil vivió su edad de oro con 25 años de crecimiento al 5.0% entre 1950 y 1974. Durante este periodo, como pueden ver en el gráfico inferior, hay un subperiodo de casi una década en el cual la inflación se ubicó por arriba del 25% que coincide con una desaceleración de su crecimiento de algo más de 1.5% durante una década. La crisis del petróleo golpearía duramente a Brasil. A diferencia de los casos anteriores, donde la CDP fue un shock transitorio, en Brasil produciría un quiebre permanente. En 1974 Brasil toca por última vez el piso de 25% de inflación dando inicio a un estancamiento de 20 años y a una escalada de precios que terminaría en las hiperinflaciones de 1990 y de 1993.

La historia se repite en Israel y Turquía. Israel creció 20 años al 4.8% hasta 1970, cuando atravesó por primera vez la barrera del 25%. La CDP los encontró con una inflación del 31%. Desde entonces y durante 15 años Israel dejaría de crecer (0.8%) y vería escalar sus precios hasta el 374% en 1981. El crecimiento, que nunca volvería a ser el de los años dorados, se reiniciaría recién a fines de los ochenta con la inflación de nuevo en un dígito. Turquía creció 3.8% durante los 20 años previos a la CDP, con inflación promedio de 9%. En 1977 cruzaría la barrera del 25% de donde no descenderá durante los próximos 27 años con un crecimiento de tan sólo 1.7% anual. Recién en el siglo XXi, con una inflación promedio de 10%, Turquía volvió a crecer (5.7%).

Es decir en los tres casos el fin del crecimiento y el inicio de un largo periodo de estancamiento coincide con el quiebre de la barrera inflacionaria en valores similares a los que tiene hoy argentina.

Conclusión

Hubo mucha data en este post, y mucha mucha más que no mostré para mantenerme en las 1500 palabras. Espero haber cumplido mi cometido de convencerlo. La idea de que la inflación era un mal necesario que un país debía aceptar si deseaba crecer sostenidamente fue ortodoxia en la disciplina económica durante casi medio siglo, pero fue desacreditada hace ya varias décadas Hoy se entiende que los procesos inflacionarios sostenidos no son síntomas de fortaleza de una economía sino todo lo contrario y de hecho, que si existe una relación de largo plazo entre inflación y crecimiento es negativa.

Por favor, no deje que ningún encantador de serpientes lo convenza de lo contrario.

Atte

Ele